Cada vez que
me meto en un avión siento un miedo atroz a morirme. Los aviones desatan en mi
conciencia un torrente imparable de pensamientos que giran exclusivamente en
torno a la muerte, ese espectro al que normalmente tengo castigado en un rincón
y cara a la pared, sin permitirle hacerse notar. No le dejo chillar.
Pero, ay, llegan los vuelos y enseguida me imagino muriéndome, comienzo a
elucubrar sobre mi último fogonazo de lucidez. A quién ira dedicado, qué ideas
concitará el último brillo de mi cabeza. Pienso tan poco en la muerte, la tengo
tan arrinconada que, cuando se me presenta tan violentamente en medio de un
viaje en avión, sólo puedo reconocer que me acojono, se me estrujan los nervios
y se desbocan mis miedos más primarios. No es que no quiera morir algún día -nunca
me ha atraído demasiado la idea de la eternidad-, es que no quiero morir
precozmente, con tantas cosas pendientes por delante. En realidad, son sé si se
trata de un pensamiento demasiado inocente, pues ¿acaso puede uno nunca afirmar
que su muerte no ha sido precoz, que no le quedaban copas copiosas de tiempo
por beber? Tiempo amargo y esplendoroso, tiempo doloroso y alegre, tiempo
luminoso y mugriente, tiempo transido de tragedia y tiempo transido de
destellos de felicidad. Tiempo, al fin y al cabo. Tiempo, en definitiva. Estoy
escribiendo estas líneas mientras el avión acelera y está a punto de emprender
el ascenso al ignoto cielo. Sólo pido que no me prive de tiempo. Subo la
música de U2 con la ilusa intención de domeñar mis miedos y bajar de una vez el
volumen de ese espectro rebelde e indómito que se ha arrancado las cadenas, ha
salido de su ostracismo y se ha puesto a desfilar con chulería con la guadaña
en mano en frente de mí. Ya me has acojonado. Es suficiente. Lo sé, nunca seré
capaz de hacerte desaparecer del todo. Pero, ahora que estoy solo, privado de
la compañía de mis seres queridos, dame un respiro, déjame en paz y vete un
ratillo a tomar por el culo.
"Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor". José Luis Sampedro
martes, 19 de septiembre de 2023
Conversaciones en las alturas
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